lunes, 28 de junio de 2010

Resumen

Lo que aprendí: La cuarta pared 
Sobre las tablas, en la piel de alguien que no eres tú, con el corazón latiendo a mil por hora y las manos sudorosas derepente llega la tranquilidad.
Ese espacio vacío al que nunca le debes dar la espalda, la cuarta pared, se llena. Te olvidas de todo lo que hay ahí delante, de todo lo que eres y de todo lo que ocurre fuera de esas tablas que pisas. Te olvidas de lamentos, de preocupaciones, te olvidas de todo lo que no tenga que ver con tu papel.
Sientes seguridad en ti mismo, sientes orgullo por lo que haces, nadie puede quitarte ese momento.
Esa cuarta pared no solo existe en el escenario, si no en la vida misma la tenemos todos, para algunos es una delgada sábana blanca que a veces se levanta con el viento, para otros son las murallas de Constantinopla.

Una despedida sin tiempo fijo: Nuestra canción... 




Lo que viene ahora: ....




Y es que cuando el otro medio de cada uno aprende a leer en el alma, se da cuenta del miedo que tenía.
Puede que pareciese saber más de lo que realmente sabía, puede que pareciese ser más capaz de lo que era, puede que intentase ser más social de lo que es, pero el se equivoca como cualquiera.
Aunque algunos errores no son los que parecen y otros que no lo parecen lo son, son errores al final...
¿Y que hacer cuando la solución se parece tanto a la huida del problema? ¿Que camino coger? ¿que camino dejar?....

sábado, 26 de junio de 2010

Días como hoy...

Acabo de tener una serie de pequeñas experiencias que pretendo unir en un conglomerado sólido y constructivo que pretendo reflejar aquí, es para mi para quien le interese y para quien lo necesite. Se que no soy nadie para dar consejos pero esto no es un consejo, solo son palabras que escribo para mi y que dejo que leaís.
Este blog nació hace casi dos años y la primera entrada de presentación habla de la constancia que creía que iba a necesitar para mantener esto a flote, constancia que creía no tener.
Me sorprendo ahora que he convertido un medio accesible a todo el mundo en mi refugio personal y por tanto induzco que llegué a conseguir tener la constancia que pretendía. Eso me alegra.

Esta es la primera pequeña experiencia, leer la primera entrada del blog.

De golpe me he dado cuenta de una cosa, algo importante que ya sabía y que ahora veo mejor. Las personas quieren más que odian, solo así puedo explicarme ciertas cosas, y las malas acciones tienen su esencia en el miedo. Cosas como la ira, el rencor, la envida nacen de un miedo interno. Sentimos celos por miedo a la pérdida, sentimos ira por miedo a la frustración, sentimos miedo por miedo a no sentir nada...
Somos humanos y el miedo es humano. Todos lo tenemos y por ello no podemos culparnos de ello.
Y entonces, cuando en determinados momentos superas esos temores y eres valiente sale a la luz que quieres más que odias.
El ser humano es un ser con miedo y por ello cada uno debe luchar a superar sus temores. me gustó recordar esto...

.... después de una conversación facebookiana con una amiga.

Escribo por que me ayuda a ordenar mis ideas, escribo por que siento que puedo expresar lo que no podría hacer de otra manera y por que de repente puedo parar y pensar la siguiente palabra con detenimiento y transmitir exactamente lo que quiero transmitir, cosa que no alcanzo a hacer en una conversación tan asiduamente.
Publico por egocentrismo, por que me gusta que me lean eso es cierto, no lo puedo negar, pero sobretodo publico por que espero transmitir algo a la gente que me leen: sentirse identificado, soltar alguna emoción al aire, soñar con algo remoto, hacer funcionar la parte crítica de las personas,reír... Eso es lo que busco, transmitir, hacerme entender, aportar un poco de mi cada uno y que ese uno lo use como más le parezca. Busco hacer sentir a las personas y sin un porqué claro. Lo busco con la palabra porque no se hacerlo de otra forma.
Y ahora puedo explicar que siento cuando veo un comentario, cuando veo que se acumulan las evaluaciones de los escritos, las buenas y las malas, cuando leo algo pasado que me transmite algo nuevo... me siento feliz. Y no es solo por el hecho de ser leído, si no por la creencia de haber transmitido.

Y aquí llegué despues de escuchar a un hombre muerto...

domingo, 20 de junio de 2010

El Vórtice

La soberbia se encontró con la humildad
la ira con el sosiego, la guerra con paz.
Tiempos oscuros generados por mi vórtice
dan paso al desolado paisaje de la verdad.

Gran parte de las partes de mi esencia
nació en el seno de una poderosa locura,
que inundó mi ser y mi alma de rutinas
cuando mi soleada vida quedo en penumbras.

Supongo que busque incansable mi destrucción,
pero cuando mi caja piensa con frialdad
veo que mi acusación más realista
es aquella producida por mi simple vanidad.

El presente es un pasado campo de batalla
asolado por las mentiras, las iras, el orgullo...
Jamás pequé de lo último hasta el momento
que solo me quedo eso, que solo me sentí viejo.

Siempre dividí la felicidad en cuatro:
uno, ser peón o rey en lo social; Dos,
de donde vienes y eres, tres adonde vas
y cuatro, tambien importante, sentir amor.

Y cuando todos caen de golpe al vacío
siento la desidia y tambien el olvido.
Y cuando a todos los dejo morir
pierdo toda gana y fuerza por sentir.

¡Y elocubro con paranoicos designios!
¡Siento derrumbarse el muro y la ciudad!
Deseo con fuerzas escapar del vórtice
que un día abrí, que no se cerrar.

lunes, 14 de junio de 2010

Soneto a la Etapa

Soponcios carentes de motivo alguno
aliñan la tónica del dulce mediodía,
avivan a la garganta para echar humo
desde la alfombra verde donde dormía.

Pasan días de mayo y junio sin cesar
y la cabeza acelera sus engranajes,
justo para no dejarla soñar
con cantos de sirensas secas.

No ha estallado bomba alguna en mi
y no creo que la paz encienda la mecha;
más no puedo dejar de preguntar
si la posibilidad es tan estrecha.

No escribiré mucho más esta vez,
es época de reafirmación y paz.
Todos saben, no hay nada que decir
de etapas amenas y de soledad.

viernes, 4 de junio de 2010

Shit

En el sucio blanco que predomina en el inodoro vi pegada la mierda. Tiré de la cadena y vi como el agua inundaba todavía más el water, entonces fue cuando aquel ignomioso espectáculo me llevó a una revelación: La mierda flota.
Y ahí fumando un cigarro rubio y escupiendo en el lavabo saliva con sabor a licor ,me di cuenta que no podía hacer nada. La mierda flota, que la mierda busca escapar de las tuberías, de los escondites...
Vacío está mi pellejo, rompo cada lazo con mi mundo para huir de la mierda, para huir... escapar de un solo enemigo. Escapar de mi mismo.
Salgo del water y camino descalzo hasta la cocina, en la nevera queda una cerveza. Al salir mato a mi humeante compañero bajo el agua del grifo mientras los restos de la pasta de ayer flotan en el fregadero.
¿Y si es cierto? ¿Y si la mierda flota en el alma de cada uno? tardé en decir sentado en la cama de mi habitación. Llevaba buscando un lugar donde sentirme a gusto mucho tiempo, y supongo que es ahí donde se deja que la mierda flote. Bebo y enciendo otro billete a la muerte.
¿Tu que dices, cerveza? Miro por la boca de la botella, la ceniza del tabaco flota en ella. ¡Ya se que la mierda flota! le grito y la lanzo contra el suelo. ¡Ya se lo que me quereis decir los tres!
Me acosté y terminé el cigarro. La luz entraba entrecortada por la persiana, los restos de una noche solo en mi cama acompañaban muy bien la situación cuando me levanté para pedirle perdón a la cerveza.

Sorry. My shit's fuck up.

martes, 1 de junio de 2010

La Afonía de mi Endiablada Alma

Y en la oscuridad de la luz encontré un alma
que me miraba susurrándome al oído:
Que jamás pierda la esperanza,
cuando esta nunca ha existido.

Y en la luz de las sombras encontré al diablo
que me gritaba desconsolado desde su trono:
Que siempre tenga la intención
de vencer a mi enemigo.

Y entre los dos, el gris cuadro del Pintor.
Obvio sus consejos, otra vez de nuevo,
y dejo pasar la soledad de estos momentos
como el sol ha dejado paso
a la alta luna con su velo.

Y ahora descanso en mi pequeño retiro,
lejos de nada, y siempre cerca del olvido.
Cercando unos recuerdos extraños y precisos
de algo que suena como un sueño,
de algo que nunca ha ocurrido.