Aun noto el frescor del agua en mis mejillas y el sabor a menta del dentífrico en la boca. Es un buen día, aunque llueve, y de lo único que me puedo quejar ahora es de haberme quedado sin tabaco. ¡Dichoso vicio! Cada día me pregunto si sería capaz de pasar una semana sin poner en mis labios un cigarrillo, desgraciadamente creo que no.
Bueno la verdad es que no es eso de lo que quería hablar hoy. Lo que realmente ocurre es que me siento frustrado con mi sueño.
Hace varios días comencé un poema sobre un sueño, mi sueño. ¿ Y sabes cual es el problema? Que si teóricamente el sueño de uno es algo que te llena de sensaciones, que te bombardea cada trozo de tu piel provocando que se ruborize cuando piensas en él, que al imaginartelo en tu mente te ocupas de que cada detalle sea perfecto: el color del coche, la forma del sombrero, ¿un cigarro en la boca o una pajita?, la canción etc…
¿Por qué coño cuando quiero escribir sobre él nada de eso me inspira?
Trip-ee
Asi es como suena el motor frio de un cadillac rojo
Cada rueda lleva el ritmo de la misma canción
El sol calienta el cuero veis de los asientos
Y proyecta la sombra de nuestro conductor
En la boca lleva el ritmo de la misma canción
Cada rayo calienta el motor frío de un cadillac
A la vez que, en la guantera la enciende
Mientras suena desde la radio sweet home.
Asi es como saca y se enciende un cigarro
Y proyecta su humo sobre el cuero veis
Del sol contaría cada uno de sus rayos
A la vez que fuma y su sueño cumple
En la boca lleva del cigarro su pasado
En doce días he escrito esto, y lo odio. No necesito que nadie me diga que es repetitivo que no tiene fondo, que solo transcribo una descripción del momento y que quizás lo único original sea el título.
En fin, gracias por escucharme letras y pantalla.
1 comentario:
Neno, como siempre...
Filosofo y pensador hasta la muerte.
Mil bikos
P.D. Creo que no hay que ponerse e escribir esperando a la inspiracion sino que cuando se esta inspirado hay que escribirlo (a mi me funciona mejor asi)
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