viernes, 28 de noviembre de 2008

Capitulo II: Concilio

Ira, esperanza rota en mi pecho…
Olvida ya la historia de tu vida,
convierte el recuerdo en desecho,
destroza tus pensamientos,
convierte el corazón en hielo,
desmonta tus cimientos.
Ira, adiós a todo aquello quiero…
Es hora de pasar página.
Llevas diciéndote esto mucho tiempo.
Pero ahora es de verdad,
es mi último aliento…
si no es ahora, entonces, pierdo.
Clara es mi intención,
mi objetivo se define fácilmente.
¿Entonces por que no luchar?
Ahora si lo intento, ahora no pierdo.
Llevas demasiado tiempo creyendo
en mil historias por las que amar.
Lo que hubo se acabó te digo.
Pero… ¡Esta vez no hay pero!
¿Seguro estas de este enunciado?
Solo ella puede cambiar mi pensamiento;
Asi te digo mi inconsciencia,
qué por lo menos ahora intento.
No quiero esperanza dañina,
sólo quiero olvidar este lamento.
En ti esta la fuerza lo sabes…
A eso llego, pero débil me encuentro,
mucha he gastado de ella
y lo único que quiero es no caer.
¿Otra vez?… si otra vez.
No me gusta cerrar puertas a nada
le he dicho que tiene tiempo
No la he mentido… ¿esperanza?
¡No por Dios! Condicional.
Si ella vuelve, tendrá brazos abiertos
pero esperanza, esperanza no hay.
¿He de creerte entonces?
Por favor, lo necesito.
solo tú me traerás la lógica
con fuerza suficiente
para que no haga más el idiota.
Te haré caso esta vez,
lucharé junto a ti en la batalla.
Espero que podamos vencer
a esta fuerza que te apaga.
Quiero que sepas que dependo de ti
tanto como tu de mi,

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