martes, 23 de noviembre de 2010

Dos

Y en la mañana del hoy
la luz brilla en el solpor
y en los colores del ayer
se refleja mi presente.

Más podemos no solo variar,
si no contemplar la variación,
no de la vida misma,
si no de nuestra moral, o nuestro amor.

Me salto la restricción autoimpuesta,
por mejorar algo que no va bien.
No busco nada más que una cosa,
la absolución de mi mismo ser.

Hoy, es la luz del mañana
donde ayer sonaron trompetas
al afrontar con valor y humildad
las acciones que a mi respectan.
 

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