El calor sofocante del Saloon provocaba que un whiskey supiera a sangre de diablo al ser bebido por sus clientes.
Al fondo del local se encontraba la chusma de siempre rodeando al músico de toda la vida.
El entró en el Saloon como últimamente, sin muchas ganas. En sus cartucheras colgaban Optimismo y Volatil, dos magnum, llevaba un sombrero de pelo y un chaleco verde del que colgaba una estrella de plata con la inscripción “Mr Dry”.
La gente no lo miró apenas al llegar.
Se acercó a la barra y pidió un whiskey a Fox-Fogg. Charlaron por la prometidísima ampliación del local de FF, con no dejar pasar la vida sin hacer algo con ella. Lo de siempre vamos. FF lo vio algo raro y preguntó:
- ¿Mr Dry pasa algo?- limpiaba un vaso con un trapo blanco mientras escudriñaba a Mr Dry.
- No olvides lo que aprendiste conmigo en la Cumbre de la Tonteria FF, yo no olvidaré que tienes razón en ampliar el local- sonrió y se acercó al que estaba al lado en la barra.
El hombre a tratar era uno de dos hermanos, Razón se llamaba. Mandó a la mierda a su hermana Experiencia ya el día de su nacimiento según cuentan. Estaba en la barra solo, esperando a que abriese otro local.
- ¿Cómo va eso Razón?- preguntó Dry-
- Haciendo tiempo ahora mismo- bebió de un golpe el whiskey, miró el reloj y hecho a andar hacia las afueras del local; cuando llegó a la puerta Dry lo llamó:
- ¿ Sigues buscando a tu hermana?-
- Si y no, a veces simplemente espero que me encuentre ella –
Mr Dry hecho un vistazo al local, allí estaban Nogy y Rubia peleándose por el nombre.
Pasó de ellos y centró su atención en el indio que se sentaba al lado del músico. No tenía nombre. ¿Para que?
Le saludo con el sombrero de Pelo y le gritó desde lo lejos: “Suerte para ti”.
Lejos del tumulto estaba la persona que estaba buscando. Se acercó a la mesa y se sentó muy despacio, como con miedo a que se levantase.
- Hola- Espetó Mr Dry-
- Hola- Contestó el hombre desconocido- Me debes mucho, lo sabes ¿No?- dijo sin mediar mas palabra.
- Si, no tenía forma de cómo pagarte- Mr Dry se quitó la estrella y la puso encima de la mesa, miró fijamente al hombre y le dijo:
- Ahora si puedo, aunque mi pago es también un favor para mi.- sacó a Optimismo y la descargó en la mesa, después sacó a Volatil y se la ofreció al hombre. Este la cogió y apuntó al corazón de Mr Dry.
“No quiero fumar mi último cigarro” fueron las últimas palabras que se oyeron antes de que sonase el estallido de un revolver. A pesar del estruendo todo seguía igual, nadie se movió. La música sonaba igual, la gente bebía igual. Era necesario, todos lo sabían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario