sábado, 28 de agosto de 2010

6:40 Suena el despetador...

Resguardándome del nocivo ambiente que vivía
descubrí el camino ardiente y oscuro hacia la verdad.
Donde se salva el alma  de un conejillo de indias
en este mundo manipulante de intensa publicidad.

Pues al lado del que consideré mi enemigo
encontré un secreto, una búsqueda, una ruta:
Ruta sin carretera ni mapas donde la traduzcan,
ruta solitaria y extensa con un objetivo final.

Y en ella me embarqué sin brújula ni timonel,
con la simple intención del material beneficio,
pero encontré entre las corbatas, antes detestadas,
algo más importante que el verde comprador de vicio.

Tres ingredientes personales, una actitud positiva...
para comenzar cada día del calendario anual.
Siete hábitos y una meta en la cabeza...
para terminarlo siempre de forma ideal.

Sigo siendo el mismo poeta triste que conoceis
pero ahora mis versos transmiten algo más,
su simpleza puede que los desmerezcan
pero su mensaje no se debe de olvidar.

1 comentario:

Ro dijo...

Sabes que hay gente que encontramos mensajes paralelos a lo que escribes,
sabes que somos algunos los que te dejamos que divagues mientras dices,
que la tranquilidad de una ciudad sólo alcanzable cuando malvives,
que los sueños, sueños son, ya es hora de que tu también los reavives.