miércoles, 28 de octubre de 2009

EL ORO DEL LOCO DEL CADILLAC



El ante del sombrero acomodado en mi cabeza y, tras la más dura decisión de mi imaginación, un cigarro suspendido entre mis labios.
El volante esta caliente del sol, y una pequeña nube de polvo deja el Cadillac al transcurrir la mañana en la Cuasi Ruta del Diablo.
Aridos paisajes llenan las pupilas de nuestro conductor que recorre las millas que cruzan rectilíneas fronteras de Estados Centrales.
El sonido constante del motor corta la música de una radio vieja, una casa bonita en Alabama, donde el ritmo lo siguen los pedales.
Miles de imaginarios copilotos acompañan al loco en este viaje, pero solo dos se han ganado el derecho a ser reales.
La chapa roja que cubre al loco corta el color del calor como lo hicieron los trenes que llevaban locos por el oro siglos atrás
Cada loco tiene un sueño, el oro del loco del Cadillac no es otro que cruzar los desiertos sonando Sweet Home.

miércoles, 7 de octubre de 2009

21 de Septiembre

Un buen amanecer de un París inexistente en sus recuerdos.
Un lugar para consolidar el amor y tambien la soledad.
En una mesa a orillas del Sena, suenan partituras de Chopin.
de la abadía de enfrente, escapa dulcemente el replicar.

La pluma escribe sola, por que sola esta la mano que la lleva.
creyendo que existe imaginación en el poso del café.
Me desespero en el pasado de un cigarro negro
y recuerdo lo que un traidor me dijo una vez:

“Has de volver a la manada viejo, o has de huir de ella,
El humo roza el sombrero, el café hace rato se enfrío…
…no te quedes a medio camino, entre la ira y el dolor.”
dos billetes en la mesa, uno a casa, otro… adiós.

Desde el Sur, el hombre del café no lo sabe
Pero un traidor mira desde el verde césped.
Dirección norte, noreste. Busca la decisión.
No creas que no siento, susurra hacia el sol.