domingo, 5 de febrero de 2017

No Importa



Parejos en un mundo-sueño.
Seres del devenir,
Habitantes de una burbuja temporal.
Coloreaste de color rojo, lo que me negué a pintar.

Tu pequeño día a día en mis brazos, tu apertura de miras.
No se si al haberte  encontrado,  ya te dejé marchar
o si ya al irte, fue cuando me dejé encontrar.
No importa.

Se que avanzarás y verás Osas Mayores.  


Cielos eternos y experiencias certeras.
No importa.

Se que cree un castillo de arena,
con sueños de piedra,
pero no importa.

Se que es el devenir: Aceptarlo, masticarlo
engullirlo, y digerirlo.
Y me repito en el proceso:
No importa.

Nos volveremos a encontrar, ¡seguro!.
Aunque sea en recuerdos,
un premio será en verdad.
No importa,

Eso creo.
Lo asiento, lo cierro, lo poseo.
NO IMPORTA!
NO IMPORTA?
¿PORQUÉ NO IMPORTA.?!

Porque si hay algo que importa ahora, tocaya de vocal: eres tú.
Porque no puedo pedirte/me que desplomes tu/mi mundo.
Porque si algo quiero aprender contigo es a dejar marchar.
Porque te irás, pero yo me llevaré a la “chica de rojo”.

Por eso no importa, Olaia.
Así que se feliz, y deja este poema,
alza tus ojos y sigue tu camino.

Camina, decide, y recuerda al equivocarte;
que no importa: aún hay tiempo.

Y yo? te preguntarás…




Yo me quedo con Lisboa. (Por ahora.)


Y así se convenció el Pintor, llevaba demasiado tiempo esperando a que algo le hiciese sentir vivo otra vez. Ahora entiende que ya lo tenía, ahora entiende que lo único que necesitaba era un poco de color rojo en aquel cuadro gris. Por tanto, sí importa. 


martes, 3 de junio de 2014

La última hoja para un tintero seco

¿Cuantos años verdad?

Ha llovido mucho desde la primera vez que me planté ante las hojas de mi libreta y decidí escribir  en un blog como este. Era momento de contar aquello que dejaba para mi mismo. Todo comenzó con una efímera presentación, una descripción de un debate y mi primer poema. También todo terminó con el silencio inesperado e inexplicado.
Cuando se empieza un  blog realmente crees saber por que lo haces, aunque no creo que realmente tengas idea alguna, en mi caso creí hacerlo para tener una válvula de escape a la nube de datos que es internet.
Desde el principio de una horrenda trayectoria como universitario, pasando por una época de pseudo poeta espontáneo, a otra como parafraseador de grandes de ciencia ficción y, finalmente, como un pintor anónimo al cual le dedicaba relatos y luego lo usaba como voz de tus entradas ya no tan personalizadas.
Libreta y pluma era una forma de llorar, de reír, soñar y festejar... era una forma de sentirme bien conmigo mismo cuando peor me sentía y de hacerme sentir peor cuando menos crítico era con mi vida.
Realmente, lo confieso, en la mayoría de los casos fui un ególatra con este blog. Puede que ya  no al principio, ni tampoco al final pero en los años donde se arrejuntan el peso de las entradas doy por seguro de que sí lo fui.

Libreta y pluma fue, y esta siendo ahora mismo, mi oportunidad de sentirme bueno en alguna cosa de las que hago. 

















Al mimo tiempo que me fui haciendo peor o mejor, dependiendo del prisma por el que se mire, fui perdiendo la necesidad de escribir.
El tintero se había secado, había llegado el momento de preguntarse el porqué. Y creedme, tuve muchos momentos en los que pensaba porqué no quise seguir comunicando con aquellos que me leen (según las analíticas de blogger españoles, americanos, mexicanos y rusos... y por ese curioso orden, la risa vamos.)
Ahora en serio, me pregunté por qué no escribía y fue la contestación a esa pregunta la que me lleva a hacer esta entrada:

"Por que no tenía nada que interesase a nadie"

El blog, amigos míos, se termina por que ya no encuentro sentido escribir sobre lo que me invento, imagino o pienso. El blog, amigos míos, se termina por algo muy lógico y a la vez muy difícil de ver.
Las circunstancias de mi vida me anclaron en ubicaciones, y yo mismo me regodee de ellas. Mi temperamento sucumbió mis ganas de probar cosas nuevas, de arriesgar y emocionarme y eso me llevó a alejarme de aquello que siempre fui: un ser social.
Sin vosotros, solo en mi mismo encerrado, me alejé de la mayor fuente de inspiración del hombre: la vida.
Empezé a dejar que ella pasase por mi y no yo por ella.

El tintero se secó, justo ahora que la libreta se queda sin hojas. Un momento tan óptimo como cualquiera.
Y si alguno se pregunta que haré ahora sólo puedo deciros que intentaré vivir, intentaré soñar despierto e intentaré disfrutar de aquellas cosas que me llenan. Me quiero ir muy lejos, no se si podré o lo lograré, ni se tampoco cuando, pero espero encontrar cosas sobre las que merezca la pena escribir.


¡HASTA SIEMPRE!

domingo, 29 de septiembre de 2013

Segundos aminutados, minutos asegundados


De la ley saqué la paciencia,
hasta que el pozo secó al verano.
Del teatro viví la inocencia,
sueños, hasta que despertaron.
De la moda, la más absurda lujuria
arrebatada por la invisible fuerza.
De lo social, nació la grata vivencia
y se escapa con cansada fiereza.

¿Porqué? ¿Acaso imposible me es?
¿Sentir el segundo que pasa,
sin razonar el minuto que viene?

¿De verdad que eres capaz de escuchar,
no mis palabras y mis señales,
si no la falta de vida en el momento?

No soy más que un ambicioso proyecto
intentando  sacar de mi la normalidad,
Así me veo si, pero así  rara vez me siento,
salvo que tú escuchando, me lo logres sacar.
Eso es lo que me has dado, un dulce intento,
¿Cual era la virtud que otorgo? Tu, sabrás.
A tu lado o en el otro, se que fue mi regalo.
guárdalo en tí al menos, una vez y otra más.

Recuérdame si me voy, víveme si me quedo
no sueñes con estertores, hazlos realidad
o víveme con paciencia, y un lejano final.

¿Porqué? ¿Acaso imposible te es?
¿Pensar en el minuto que pasa,
para desear el segundo que viene?

martes, 19 de marzo de 2013

Estelas y estrellas


A veces lo vemos como una serie de decisiones;
otras, más modestos, un cúmulo de circunstancias
pero de todas, sus estelas, son un barrido de emociones.


Es ese punto de inflexión, ese escalofrío de limón,
un nervio a flote, un  peldaño hacia otra parte;
que hace nacer la estela de una estrella antes frenada,
que sentimos convertirla en fugaz, difusa y añorada


Dicen que las estelas son en realidad trozos de frío hielo
que circunvalean y se mueven por en medio de la cola...
Pero también dicen que son un espectáculo en el cielo.

Porque a veces subirse a una estrella, es bajarse de otra
solemos verlo así, porque cabalgar ambas nos parece locura
pero nadie nos dice que elijamos estrellas. Asi que, por favor...
¡¡olvidémosnos de hacer la siempre frágil montura!!

Deja que se alejen las estrellas con su estela, con calma...
gasta tu energía en volar cerca, a miles de años luz...
mírala a lo lejos, como su luz crece, como no se apaga.

A veces nos olvidamos de algo, en ese punto de inflexión
y es que tu también eres una estrella, que puedes volar cerca.
Porque recuerda que dos estelas son siempre mejor que una
y desde la colina de la Tierra y junto otras, parecerá una lluvia.