lunes, 18 de octubre de 2010

Cuentos del Pintor 0

              "El cuadro" (La expliciación del Pintor)

Gris. Absolutamente todo gris, el negro también predominaba en ese cuadro. El blanco, únicamente aparecía en pequeños puntos de óleo en el cielo negro del paisaje pintado. Ellos representaban las estrellas de un mundo a lo menos triste, rancio, aburrido, monótono... Un mundo inimaginable para algunos y cotidiano para otros.
No recuerdo donde vi ese cuadro, mi memoria solo alcanza a ver  su marco negro, sucio, desgastado y pulido en las esquinas.
Fue curioso lo que el cuadro produjo en mi mente, soy capaz de recordar su marco, su color pero no lo que estaba pintado. No me acuerdo del dibujo.. No se que clase de paisaje era, quizás un puerto o una habitación, o un bosque oscuro. No lo se.
Tengo en mi mente el color gris, el gris triste y melancólico que inundaba casi la totalidad del cuadro. Ese gris que asociamos con nuestros peores recuerdos, pero que, en ese cuadro, era diferente, decía otra cosa. Era el gris de mi niñez.  Era el color de  recuerdos de antaño , recuerdos que asocio por alguna extraña razón con las tardes de invierno en el parque, jugando con los demás niños de mi edad.
Los otros dos colores no significaron mucho para mi. El blanco me sorprendió. No me lo esperaba encontrar en el cuadro. El negro, por el contrario, sabía que iba a estar ahí. Pero lo esperaba más fuerte, más importante, menos difuminado en unos trazos que aun no se que querían dibujar en el lienzo aquel.
Un día me levanté sudoroso por la noche. Soñaba con ese cuadro, lo miraba y era incapaz de ver su dibujo, solo veía los colores y solo identificaba los puntos blancos. Pensé entonces, si en realidad yo había visto eso. Reflexioné e introduje una duda en mi mente:  “A veces en un cuadro uno no ve lo que en realidad hay delineado, si no que ve lo que quiere su mente ver en él.” Comencé a pensar sobre eso, a lo mejor no veía un dibujo por que en realidad no quería verlo, a lo mejor quise ver un marco desgastado por que estaba más acorde conmigo. Me asaltaron esas dudas una y otra vez mientras fumaba un cigarro sentado en el sofá, al lado de mi cama.
¿ Y si en realidad, el cuadro no tuviese esos colores? Me pregunté. Puede que hubiese rojo o azul o verde, y a lo mejor yo quería verlos como negro, gris y blanco. Aquel pensamiento no era acorde con la naturaleza humana, pero incitó a mi mente a seguir más allá.
Fue entonces cuando me hice la pregunta: ¿Existe ese cuadro? ¿De verdad existe un cuadro en el que uno es incapaz de  ver su dibujo? La respuesta negativa a esa pregunta me sobrecogió; y pensé en lo miserable de este mundo si eso fuese así. Si nadie hubiese pintado ese cuadro, para mi, nada tendría sentido. Sin embargo, yo, pero creo que con el pensamiento de gran parte de la humanidad, soy invadido por una sensación de cruda creencia ante esa respuesta negativa, ya que, esta me  parece la más lógica.
Llegué a esa conclusión y apagué el cigarro. Me acosté y me  tapé hasta la nariz con la manta.. Y, con los ojos en el vacío, suplique con todas mis fuerzas estar equivocado,  y pedí, que existiese el pintor de un cuadro tan soberbio y magnífico como el que yo había soñado. 

Y ahí...... nació el Profeta del Pintor, los cuentos y el mismísimo Pintor.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Lo que va a venir.......

El futuro. El futuro es un ente abstracto y temporal que nunca existe más allá de nuestra imaginación. Sin duda, la imaginación es más importante que la inteligencia (Palabras de Einstein) y sin duda la imaginación es el abandono de todas las certezas y la elucubración absoluta sobre lo que va a ocurrir. En consecuencia lo único que el ser humano puede hacer por ahora es imaginar el futuro.
A nivel imaginativo me cuesta muchísimo menos ver imágenes de mi cerebro de un futuro lejano con ciudades-cúpula, coches voladores, inteligencias artificiales y sistemas políticos inexistentes y distinos al actual que imaginarme lo que va a pasarme en la próxima hora. No creo que sea un error, creo que el futuro cercano lo construimos en el presente aunque es como la construcción de un túnel por un topo.
El topo escarva bajo tierra, orientándose sin problemas y llegando a más o menos su destino; pero por otra parte el topo es ciego, el topo no ve a donde va a ir.
Más o menos creo que es un  buen simil de lo que nos ocurre a todos nosotros, podemos crear un tunel imaginario con un destino final al que llamaremos objetivo, y podemos trabajar para que ese túnel vaya bien dirigido pero ni nunca sigue la línea ni nunca llega a exactamente ese destino. Siempre hay cambios que nuestra imaginación no logra imaginar.
Ni en más horribles pesadillas ni humildes sueños me imagine que estaría aquí y ahora. Pero.... ¿quien puede decir lo contrario? Sin duda una de las cosas que si podemos hacer es marcar la dirección de nuestro túnel. Y eso es lo importante por que evita estar perdidos en la soledad del mundo moderno donde afloran los contactos efímeros y sustanciales con otras personas que hacen todavía más imprevisible estos cambios.
Imaginemos, si. ¿por que no debíamos hacerlo? Al fin y al cabo únicamente la imaginación nos ha llevado a donde estamos; pero imaginemos un túnel y dejemos transcurrir el tiempo haber a donde nos lleva. Si, pongámosle límites a la imaginación antes de que esta pueda ser dañina pero explotémos al máximo sus facultades y cualidades. ¿Al fin y al cabo tu que ves, un sombrero o una boa comiéndose un elefante?