sábado, 23 de mayo de 2009

Past & Present



Los recuerdos son solo eso, recuerdos. A veces invaden tus entrañas y no te dejan ver con claridad cual es el camino que has de seguir y sueñas con un mundo pasado que dejaste atrás. Sueñas con la interpretación de lo que realmente ocurrió, crees que la música que sonaba en esos momentos siempre era armoniosa y feliz aunque realmente no lo fuera. Un recuerdo es una interpretación de tu pasado y puede que una dolencia en tu presente.
A veces los recuerdos dolientes invaden tu cabeza. Avanzan implacables disparando sus cañones de melancolía y bombardeando cada rincón de tu cabeza con interpretaciones de lo que realmente ocurrió. Cuando la invasión comienza solo puedes hacer dos cosas: O dejas que caiga la plaza, dejas que cada bomba o cañonazo haga toda su daño y destruya tus defensas o luchas.
Cavas trincheras de lógica, haces despegar tus principios, armas a cada habitante de tu personalidad y los envías a defender la plaza, preparas una guerra de guerrillas en las calles de tu alma y luchas. Luchas, hasta el final hasta que todo se desvanece, hasta que el tiempo cambia de bando y te ayuda en la defensa.
Todas esas batallas se pueden vencer.
Entonces miras los escombros de tu ciudad, miras de una manera lógica que has perdido y que has conseguido y afrontas el presente. Ese concepto tan efímero, ese concepto temporal desea ser pasado tan insistentemente que realmente lo consigue.
En el presente tu vives, a veces buscas, experiencias, momentos, besos, abrazos, etc… Todo aquello que existe en el presente puede convertirse en reclutas del ejército de recuerdos dolientes, y no lo sabes hasta que el ejército vuelve a atacar la plaza.
Entonces toca coger el fusil y volver a luchar.

ICI REPOSE UN SOLDAT FRANÇAIS MORT POUR LA PATRIE 1914-1918

sábado, 16 de mayo de 2009

Cuentos del Pintor I

"El filo de la libertad"

- Bonita hoja, padre- preguntó el niño de cinco años entre martillazo y
martillazo mientras miraba la espada que forjaba su padre-
El padre, un hombre robusto de ojos verdes y curtido por lo años le sonrío.
- La empuñadura es muy simple, padre- Observó el pequeño-¿No es para ningún noble, verdad?
- No hijo, no lo es- acertó el muchacho. El padre paró los martillazos y sumergió la hoja en un barril con agua. El sonido del metal incandescente al contacto con el agua fría paralizó momentáneamente al pequeño mientras miraba aquella hoja.
- Padre, ¿Es una espada para la guardia del Barón?- interrogó el chico mientras jugaba con un trozo de cuerda que había cogido del suelo.
- No lo es hijo, no- contestó con una sonrisa mirando a su hijo con la cara de un padre orgulloso. ¡Que inteligente es! Pensaba.
- Sin filigranas ni galanterías en la empuñadura… no es para la guardia del Barón…- el niño se empezó a tomar esto como una adivinanza como las que los trovadores y juglares les hacían en las fiestas de la cosecha.- ¡Ya se!- gritó- ¿es para el ejército del rey?
- Si hijo si, es para el ejército del rey- contestó el padre mucho más serio, mientras frotaba con un paño el fino acero de la hoja-
De un salto el niño se subió a la mesa de trabajo de su padre y se sentó con las piernas colgando, miró para todos lados y volvió a preguntar con curiosidad y preocupación incluso:
- Padre… si es para el rey, ¿por que has hecho una espada entera y no has forjado todas las hojas primero para luego incrustarles las empuñaduras, como cuando tienes que hacerle una remesa?- preguntó - ¿Solo te pidió una?- acertó a decir aunque muy extrañado.
¡Que inteligente es, por Dios! Volvió a pensar el hombre mientras sacaba filo a la espada. ¡Ni siquiera se lo había dicho a su madre!:
- Hijo no he recibido ningún pedido del rey- contestó con seriedad mirando a su hijo.
El niño se quedó sin opciones, su cabeza daba vueltas no entendía que pasaba ¿una espada para el ejercito del rey? ¿Sin pedido? ¿Solo una? Todas esas preguntas le asaltaban su cabeza mientras miraba a los ojos verdes de su padre con cara de estupefacción.
El hombre dejó de afilar la espada y se acercó con ella a su hijo, lo bajo de la mesa y se inclinó hasta ponerse a su altura con la espada apoyada sobre la rodilla y le dijo seriamente:
- Hijo, esta espada es para tu padre. Con ella lucharé junto a otros artesanos de nuestra cofradía en el ejército real - sus ojos miraban fijamente los de su hijo buscando una respuesta-
El niño no tardó en comprender lo que le decía su padre. Su padre se iba a la guerra. Los dejaba a ella y a su madre pudiendo quizás no volver jamás. Sus ojos se llenaron de lágrimas e intentó decir algo pero el temblor del labio inferior se lo impedía.
El hombre abrazó a su hijo contra su pecho y esperó a que se le pasara la congestión.
Al poco el niño empezó balbucear entre sollozos:
- ¡Padre, no vayas!- ¡No vayas a la guerra!- ¡No!-
El hombre lo alejó de su pecho y volvió a mirarle fijamente a los ojos:
- Escucha hijo- le dijo- He de ir a la guerra, es mi deber- Paró para ver la reacción de su hijo; escuchaba con atención- En tiempos de tu abuelo dejamos de ser siervos y nos convertimos en artesanos y campesinos libres; a cambio, entre otras cosas, juramos proteger estas tierras siempre que el rey lo pida o lo necesite en su caso- El niño ya no lloraba, si no que escuchaba a su padre como si se tratase de la palabra de Dios-
- El rey ha pedido nuestra ayuda- siguió el padre- Nos necesita para defender sus tierras, nuestras tierras, hijo. Por eso vamos a la guerra los hombres libres.
- ¿Padre y es tan importante ser libre?- preguntó otra vez el niño, aun impactado por la noticia-
- Lo es hijo, lo es- respondió- Voy a la guerra para que tu madre y yo podamos seguir siendo libres y para que el hombre que algún día serás también sea libre-
- ¿Pero por que es tan importante la libertad?- reiteró el niño. El hombre se levantó y miró a su descendiente, ahora era el quien tenía los ojos vidriosos. Suspiró, y sonrió al pequeño:
- Entenderás su importancia cuando seas mayor y la uses, hijo mío- Te prometo que lo entenderás. Ahora vete a ayudar a tu madre y no le digas nada de esto, ya lo haré yo.- ordenó a su retoño.
El niño salió corriendo de la herrería pensando en las palabras de su padre. El hombre miró su espada una vez más, una lágrima cayó sobre el filo.

martes, 12 de mayo de 2009

Las Tres Mosqueteras.

Sir Hevy bebió un trago largo a su jarra con vino y la dejó suavemente en la mesa:
-¿Que opinas de las nuevas reclutas?-
-No me gustan- serio y disciplinado contestó Sir Suicide- Son chicas, hace mucho que no hay chicas en la orden.
Enfrente de los dos Sir Camaleon sonreía, jugaba con la pistola haciendola girar en la mesa:
-Miradlas en la barra- allí estaban las reclutas, con sus nuevos uniformes de mosqueteras, saludaron con la cabeza a la vieja guardia recogieron sus jarras y se sentaron en otra mesa- ¿Como fue el entrenamiento personal de Verde?-
Sir Hevy se apoltronó en la silla, miró a Verde, pelo corto, mirada de pícara cuerpo de duende... todo eso y más pasó por su cabeza.
-Sobresaliente en todas las facetas- se limitó a contestar-
-Quiero que ocupe el puesto de Consejera que quedó vacante hace muchos años, creo que tiene cualidades para hacer olvidar a Ms Patata-
-Estoy de acuerdo- contestó- Pero oficialmente será mi escudera, la necesito para lo que viene ahora-
Sir Hevy y Sir Camaleón estaban de acuerdo Verde sería consejera de Camaleon y escudera de Sir Hevy.
-Lenguas sigue entrenado para trompetista del castillo- avanzó Sir Suicide- creo que va bien pero aun así sigo dubitativo hacia...
-Sir Suicide- interrumpieron casi a la vez Camaleon y Hevy- realmente estas reticente por que siempre dudas mil veces todo no por que Lenguas sea mejor o peor recluta- siguió solo Sir Hevy-
-Puede que tengas razón-
-La tiene- concluyó Sir Camaleón
Y Lenguas se convertiría en Trompetista de la puerta del Castillo.
-Queda Ms Onion- dijo Sir Hevy mirando a Sir Camaleon que bebía de su jarra- Cuida de las otras dos como si fuesen sus hijas creo que podríamos ascenderla a jefe de cuadrilla-
-Me parece bien-dijo Sir Suicide- ¿Sir Camaleon?-
-¿que?... si si me parece bien- Sir Camaleon miraba la barra- Sabeis, creo que hemos acertado con estas tres reclutas me recuerdan a los antiguos y famosos mosqueteros Atos, Portos y Aramis-
-¿Y Dartañan?- preguntó Sir Suicide-
Iba a contestar Camaleon pero se le adelantó Sir Havy:
-Dartañan era el mejor pero sin los otros tres no hubiese tenido la fuerza para hace lo que hizo, ni hubiese salido adelante, Dartañan somos nosotros tres que necesitabamos que entrase sabia nueva en el cuerpo de Mosqueteros-
Los tres se levantaron pagaron las jarras a la posadera, se despidieron de Ricardo, cogieron sus sombreros y se acercaron a la mesa de las reclutas:
-Señoritas- llamó Camaleon- Es un placer comunicarles que merecen entrar en el cuerpo de mosqueteros- los tres saludaron bajando levemente el sombrero.
Sin casi darles tiempo a reaccionar a las reclutas, la vieja guardia de los mosqueteros dejó el local hasta el lunes siguiente. Uno a uno fueron saliendo aunque los seis sabían que todos para uno es lo mismo que uno para todos.

sábado, 9 de mayo de 2009

FUTURE

El salón no era muy grande, lo suficiente para que mi padre pudiera estar cómodo leyendo sus libros o descansando en el sofá. El era muy mayor ya y pasaba largos ratos en internet, viendo el InterTV o leyendo libros. En sus últimos años de vida había pasado una etapa muy mala al poco de morir tu abuela pero poco después centró todos sus esfuerzos en mantener viva su mente y estar lo mejor posible de salud, a veces incluso se excedía intentando hacer cosas que para su edad eran un esfuerzo excesivo. Ese día entendí muy bien a mi padre.
Era una tarde de primavera y hacía muy buen tiempo yo estaba en la cocina recogiendo los utensilios de la comida, recuerdo que era una estupenda tortilla de patatas pero sin sal ya que el abuelo tenía muchos problemas de tensión, cuando le vi mirando las fotos enmarcadas del salón. Pasó primero por la de su boda, luego la foto que tenía conmigo siendo bebe, recuerdo sobretodo la del cadillac rojo y el abuelo y otro amigo muy muy jovenes y con unas melenas impresionantes, o una en la Puerta del Sol en Madrid con otro amigo el día que nos convertimos en una repúblida, o la mas intrigante una foto de la fusión de Google y una empresa multisectorial de un antiguo compañero de piso cuando estuvo en la universidad.Nunca entendí por que le hacía gracia esa foto.
Bueno, vi que le costaba andar y le dije que se sentase, me miró y hecho una sonrisa se sentó y apoyó el bastón entre sus piernas. Encendió el InterTV y busco algo para ver.
Al cabo de un rato me llamó, recuerdo muy bien sus palabras.
- Hija, traeme un vaso de agua y sientate conmigo quiero que veas una cosa -
Fui junto el y me senté a su lado despues de dejarle el vaso de agua en la mesilla que tenía a mano, me dedicó una de sus sonrisas. El abuelo sonreía mucho.
Ya esta, ya esta; dejame respirar hijo, solo me he emocionado y no he podido contener las lágrimas. Sigo:
Yo había leído algo sobre lo que vi con el abuelo ese día en los periódicos digitales y sabía que eso le haría muchísima ilusión por ello además fui yo quien quise ir a comer con el para estar con el en ese momento tan especial:
Los dos mirábamos un el InterTv. Prácticamente todos los canales emitían este acontecimiento ya que iba a revolucionar a toda la sociedad humana. Era el lanzamiento de la primera nave tripulada que podía alcanzar la velocidad de la luz y por lo tanto acercarnos a las estrellas. Estuvimos una hora viendo la tele en silencio, vimos los festejos, las despedidas de los tripulantes y el discurso del presidente de la ONU para el mundo entero, muy emotivo por cierto. Y entonces enfocaron el despegue, mi padre subió el volumen y agarro mi mano.
Le miré y sonreía, así que miré la pantalla y vi como me envolvía el sonido de los motores de la nave y como me apretaba el abuelo mas la mano. Lo miré de refilón y vi que sus ojos estaban llorosos y el sonreía. La nave despegó y se perdió en la atmósfera. Fue maravilloso la verdad, pero derepente dejé de notar presión en mi mano y fue como me di cuenta de que el abuelo se había ido a un lugar más lejos que esa nave.

domingo, 3 de mayo de 2009

¿yo?

Odio calor y nervio
alma perdida en el tiempo
perdedor victorioso de contiendas
Salvador terrestre de la inocencia

Escusador crónico y lamentable
jugador inconsciente de las reglas
niño-hombre acusado de delirio
Nervio a flote jugador sentido

Cléptomano de media jornada
vago desconectador de alarmas
Sudador de drogas y alcohol
al que le vale la redundancia

Marchante de fusil olvidado
mal hijo de cerco abierto
inhibidor casero de dolor...
Deberías nacer muerto.